Ciencia vs Fantasía: “Sirenas”
- EquipoBloop
- 19 mar 2018
- 8 Min. de lectura
Hasta el momento solo se ha estudiado entre el 1 – 10% de todos los océanos, lo que podría llevarnos a pensar que existen muchos rincones que pueden esconder un sinfín de criaturas, entre estas las sirenas, y algunas similares.

Hace algún tiempo se difundió por las redes un documental sobre las sirenas, y en esta ocasión hemos recaudado información sobre ellas, y que opina la ciencia sobre ellas. Según la wiki la palabra sirena que proviene del griego “Seiren” que significa encantado, y se refiere a doncellas marinas que engañaban a los navegantes con su gran belleza y la dulzura de su canto, de la cabeza al ombligo tiene cuerpo de virgen y de forma semejante al género humano, pero posee una escamosa cola de pez, que siempre oculta en el agua. Estas criaturas mitológicas son muy conocidas en varias regiones a lo largo del mundo. Las sirenas pueden ser variadas según el lugar, pero por lo general, son de tratamientos naturalistas, hermoso rostros y largos cabellos, en muchas ocasiones sostienen instrumentos musicales o se dedican a acariciar sus cabellos en actitud coqueta (la mayoría de las veces son espejos o peines, los que sostienen en sus manos). Según la Discovery las sirenas habitan todos los mares del mundo.
Mitologías de la Sirenas

A lo largo del tiempo el concepto de la sirena ha ido mutando, es decir que en la antigua Grecia se consideraba como una sirena a criaturas con cuerpos de pájaros y rostros o torsos de mujer, que se caracterizaban por tener una prodigiosa y atractiva voz hipnótica, la tradición las hacía habitar en la Isla del Mediterráneo frente a Sorrento, en las costas de Italia meridional, más específicamente Capri.
En las islas británicas las sirenas eran consideradas presagio de mala suerte, estas podían nadar en agua dulce llegar hasta ríos y lagos y ahogar a sus víctimas, ya que les hacían creer que eran personas que se estaban ahogando. Podían curara enfermedades. Algunas sirenas eran descritas como monstruos de hasta 600 m.
En Irlanda eran conocidos como merrows. En las poblaciones de meros el número de hembras es superior al de machos, los cuales son menos atractivos que sus compañeras, teniendo como principal características, los dientes puntiagudos y rostro semejante al de un cerdo. Las principales características de la especie es tener unas membranas en las manos, hostilidad hacia la raza humana y sus prendas mágicas, que le permiten cruzar cualquier corriente oceánica (según cuentan las leyendas, aquel que lograba robarle las prendas a un merrow es capaz de controlar, haciendo que se casen, consiguiendo esposas bellas y ricas- poseían los tesoros de los naufragios- pero si la prenda es recuperada abandonara todo por ir al mar).
En la mitología Escocesa, la sirena Ceasg –doncella de las olas- es mitad salmón. Se cuenta que si la capturas y la regresas al mar, te concede 3 deseos, pero si un hombre se enamora de ella, será seducido y arrastrado a las profundidades. Otros seres marinos famosos son los Selkies, que son hadas marinas disfrazadas de focas, pero al llegar a las costas dejan sus pieles por la de una hermosa mujeres. Aquel que robe sus pieles podrá casarse pero ha de pasar lo mismo que con los merrows si la llega a encontrar. Los hijos que nacen de esta especie y la humana, llegan a tener membranas que unen los dedos de las manos.
Según los chinos las lágrimas de las sirenas se convierten en piedras preciosas. También podían tejer un material ligero, hermoso y transparente, por esta razón querían atraparlas, pero su encanto lo dificulta.
Literatura de las Sirenas
En el primer escrito que aparecen es en la Odisea de Homero, pero ya figuraba en representaciones artísticas más antiguas de Grecia (monumentos y ofrendas funerarias), relacionados a seres alados para representar a los espíritus de los difuntos. Lo que hace plausible que los griegos vieran a las sirenas como las transportadoras de las almas al Hades. Según los poetas romanos Virgilio (en la epopeya Eneida) y Ovidio, la Sirenum scopulieran o Isla de las Sirenas eran tres pequeñas islas rocosas donde las sirenas de la mitología griega vivían y engañaban a los marineros con su música y con su voz para llevarlos a la muerte.

En época preclásica comenzaron ya a asimilar, aunque nunca plenamente, ciertos aspectos aislados de otras ninfas como las náyades o las nereidas: en concreto, la asociación más o menos directa con el medio líquido y la fatalidad de su atractivo. Náyades y nereidas resultaban letales para los hombres debido a su naturaleza acuática, si bien eran normalmente benéficas y les prestaban ayuda; en cambio, las sirenas adquirieron un carácter maligno de matiz monstruoso, pues el influjo irresistible de su canto llevaba intencionadamente a la perdición. Las naves que se acercaban a su isla acababan estrellándose contra las rocas y ellas devoraban a los marineros, dejando la costa repleta de huesos. También se cuenta que las sirenas perdieron sus plumas como castigo por retar a las Musas a una competición de canto que perdieron, y que cuando Orfeo y Ulises se resistieron al efecto de sus voces se arrojaron al mar, convirtiéndose en escollos o pereciendo. En esta última versión, el cadáver de una de ellas, Parténope, fue arrastrado por las olas muy conocidas en Gales la historia de Dahud, la princesa de Caer Ys, una ciudad que, debido a los pecados de la hija del Rey (la joven y bella Dahud), fue condenada por los dioses a ser tragada por las olas. Cuando el padre de Dahud escapaba, su hija cayó al mar, y ahí sigue desde entonces, transformada en una sirena, nadando entre las ruinas de Caer Ys. Otra leyenda muy popular en Gales es la de Murgen: En el siglo VI, una sirena fue capturada y bautizada en el norte de Gales, y se le enseñó la lengua nativa. Se dijo que no era pez porque cosía y hablaba, pero no era mujer porque podía vivir bajo el agua. La sirena figuró como una santa en ciertos almanaques antiguos, bajo el nombre de Murgen que quiere decir mujer que viene del mar.as hasta la orilla y en torno a su sepulcro se fundó la actual Nápoles.
Evolución de la sirena: Teoría del simio acuático
La evolución afirma que en algún momento en el pasado distante, los ancestros del Homo Sapiens moderno descendieron de los árboles, dejaron los bosques y se mudaron a la sabana. En este ambiente la mayoría de los cambios evolutivos que nos separan de los simios ocurrió. Pero hay una opinión minoritaria en el campo de la antropología que no está de acuerdo. Ellos dicen que en el momento en que nos mudamos a la sabana ya habíamos pasado por una gran parte de la evolución, ya que un cercano antepasado del Homo Sapiens experimentó una fase acuática. Esto se conoce como la Teoría/Hipótesis del Simio Acuático. Según sus defensores, nuestros antepasados habrían pasado una gran cantidad de tiempo en el agua, quizás la mayor parte del día y habrían comenzado a exhibir ciertas adaptaciones evolutivas a este estilo de vida. Antes de que estos atributos pudieran desarrollarse plenamente, las circunstancias obligaron a salir a los antepasados fuera del agua y adentrarse en la sabana.
Los defensores de esta teoría citan que varios atributos de los seres humanos modernos son compartidos con los mamíferos acuáticos, que no están presentes en los mamíferos de la sabana:
Relativa Calvicie: Otros homínidos están cubiertos de pelo, aunque vengan de las mismas áreas del mundo donde la humanidad evolucionó. ¿Por qué nuestros antepasados perdieron sus abrigos? Según la Teoría del Simio Acuático (TSA) fue porque ellos estaban pasando mucho tiempo en el agua. Como con otros mamíferos acuáticos, todo ese pelo se fue en el camino. El poco vello que poseen los seres humanos crece a favor del moviento bajo el agua lo que facilita el nado.
Bipedismo: La habilidad de caminar sobre dos piernas nos da grandes ventajas sobre otros animales, es decir la capacidad de movernos a altas velocidades sin dejar de tener nuestras manos disponibles para el uso de la herramienta (o arma). Pero los partidarios de la TSA dicen que esta adaptación no evolucionó en la sabana, sino en el océano. Un cuerpo vertical daría a nuestros antepasados una ventaja cuando se trata de llegar a la superficie y respirar el aire o mantener sus cabezas fuera del agua cuando nadaban en aguas poco profundas.
Grasa corporal: Los seres humanos tienen más grasa que cualquier otro primate y ganan grasa a un ritmo excepcional en comparación con otros mamíferos, según la TSA esto se debe a que como en las ballenas y delfines, nuestros antepasados fueron mamíferos acuáticos. No es sólo la cantidad de grasa que llevamos, sino donde se distribuye. Gran parte de la grasa es subcutánea, o bajo la piel y, es más indicativo de un medio acuático.
Grandes cerebros: Algunos defensores de la TSA han insinuado que nuestra relación de cerebro a cuerpo es impresionante debido a un pasado acuático. Dicen que las grasas y otras sustancias que se encuentran en los pescados y mariscos han contribuido a la evolución de un mejor cerebro, y sólo cuando nuestros ancestros comenzaron a pasar más tiempo en el mar este gran cerebro se hizo posible.
Sistema respiratorio: Los defensores del TSA sugieren que nuestra capacidad de controlar nuestra respiración es inusual para un mamífero y más indicativo de aquellos que se han desarrollado en un ambiente acuático. Además, la posición de la laringe parece más como de un mamífero acuático y es diferente de otros mamíferos terrestres. A parte que los bebés humanos menores de 6 meses son capaces de retener la respiración y instintivamente tienden a bucear. Los senos craneales, que están llenos de aire, tienen sentido si fuera para mantener la cabeza a flote fuera del agua.
Analizando las Sirenas
La paleontología y la ciencia en general rechaza la TMA por falta de evidencia y considerarla empíricamente pobre, muchas veces la ciencia se ha equivocado, han habido teorías que fueron rechazadas por años y luego consideradas muy importantes. Pero tenemos que analizar algunas cosas desde el punto de vista biológico, comparando todo esto con la ciencias, sí ha habido seres terrestres que se vuelven acuáticos, este es el caso de la ballena que hace miles de años evolucionó de un ser al que llamaron Pakitekus, adaptándose a la vida acuática. Tomando esto como modelo, las características de las sirenas como nos las describen en los cuentos de hadas es biológicamente imposible. Empezando por lo de que es mitad pez y mitad humano, esto es algo imposible de considerar, ya que, el humano es un mamífero y los peces son... peces, ambos grupos poseen características diferentes y adaptaciones desiguales. Bien, los mamíferos marinos poseen ojos grandes para captar mayor cantidad de luz, mientras que su piel no posee pelo para evitar la fricción, poseen un tipo de mucosidad que los ayude a nadar sin dificultad. Además de que si nos fijamos en los diferentes patrones de coloración de los animales acuáticos, la mayoría posee el vientre claro, esto es para engañar si se mira desde abajo y el dorso oscuro para camuflarse con el fondo marino y el agua. Otra cosa que hay que tomar en cuenta sería el tamaño entre más grande un animal mayor es su capacidad respiratoria, y en el agua no existe el régimen de la gravedad como en tierra firme, así que un animal puede crecer mucho. ¿Basándonos en esto podemos ir imaginándonos como sería una sirena realmente, cuerpo fusiforme? ¿ojos grandes? ¿de colores oscuros? ¿aletas parecidas a lo de los manatíes, sin huesos en la cola, solo con extensiones de piel y cartílagos?
Parece algo increíble pero muchas veces la naturaleza supera la imaginación.
¿Entonces qué opinas las sirenas? ¿Existen o no existen? ¿Cuál es tu opinión déjanos tus comentarios?
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